Los primeros charters de Milán y Bolonia programados en la isla de Lampedusa (Sicilia, Italia) se han cancelado y los hoteles permanecen cerrados. La cadena de suministro económico permanece a cero y los operadores turísticos de Lampedusa están dando la alarma.
La denuncia de la categoría: hoteleros y agentes de viajes se encomienda a Antonio Martello, empresario hotelero y administrador de Sogni nel Blu, uno de los principales tour operadores insulares, para dirigirse a la región de Sicilia y al gobierno central con la acusación de no apoyar a la ayuda financiera necesaria a una isla fronteriza.
Lampedusa, una isla espléndida, también es conocida por ser el punto de desembarco de los barcos de inmigrantes ilegales. Desde aquí, se ordenan a otros destinos.
“Necesitamos estar en condiciones de poder trabajar; necesitamos medidas inmediatas y concretas de apoyo económico y que se restaure la red de conexiones aéreas con el continente, sin las cuales ningún turista puede aterrizar en Lampedusa. Sabemos que ya será difícil recuperarse; la temporada dura unos meses con nosotros ”, se quejó Martello.
“Estamos preocupados porque la llamada zona roja del norte es de donde vienen la mayoría de los turistas que eligen nuestras islas”, explicó Martello, “pero si bien esas regiones también están trabajando duro para salir, nosotros estamos atrapado en el desinterés general ".
En ausencia de vuelos directos, los operadores turísticos de Lampedusa están considerando si reiniciar los vuelos chárter y cómo hacerlo. “Nos gustaría poder empezar de nuevo a finales de junio. Para no dejar nada al azar con gran sacrificio y recurriendo a los últimos recursos económicos, las instalaciones hoteleras de la isla se están adaptando a las disposiciones sanitarias que requieren saneamiento y redefinición de espacios en base a las reglas de la distancia ”, agregó Martello.
La solicitud de intervención estatal también encuentra razón en los costos que debe soportar la empresa local para traer turistas a Lampedusa ante la falta de una red de conexiones adecuada. “Un chárter que deja medio vacío para las provisiones sanitarias”, explicó Martello, “obligará al turoperador a integrar el coste del chárter con el inevitable incremento del coste del billete para los que vuelan”.
Las tarifas crecerán al menos un 60%. A fin de cuentas, un billete de ida y vuelta podría costar entre 600 y 700 euros. Esto tendrá el efecto de reducir el número de turistas que decidan llegar a la isla.
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