Los eventos de las últimas semanas

Los acontecimientos de las últimas semanas han provocado una ola de conmoción e incertidumbre sin precedentes en los estadounidenses y los ciudadanos de todo el mundo.

Los acontecimientos de las últimas semanas han provocado una ola de conmoción e incertidumbre sin precedentes en los estadounidenses y los ciudadanos de todo el mundo. En todas partes, la gente revisa dos veces sus estados financieros y trata de decidir qué hacer. Los gobiernos de todo el mundo están inyectando miles de millones de ayuda a sus sectores bancarios locales en un esfuerzo por apuntalar las reservas ante esta crisis financiera. Los minoristas están recortando precios y comenzando anticipadamente las ventas navideñas, tratando de salvar lo que parece ser una temporada de compras navideñas anémica. Los fabricantes de automóviles, incluso aquellos que alguna vez se consideraron invencibles, están reportando pérdidas récord y ofreciendo grandes descuentos con la esperanza de revertir la caída libre de su participación de mercado. A la luz de todos estos números rojos y los claros signos de una recesión global, muchos en la industria de viajes se preguntan; ¿A qué nos enfrentamos ahora? ¿Cuál es nuestra prueba más reciente?

Primero, podemos esperar que la industria de viajes experimente otra transformación similar a las que experimentamos después de la primera Guerra del Golfo y después del 11 de septiembre. Desafortunadamente, junto con esta reinvención probablemente vendrá otra ronda de fusiones y cierres. Podemos esperar que todos los segmentos del mercado, desde los viajeros experimentados de alto nivel hasta los viajeros primerizos y aspirantes, hagan una pausa antes de comprometerse con ese viaje. Sin embargo, es importante comprender que, en una escala más amplia, este tipo de desaceleración es necesaria como medida correctiva dentro de la economía. Si bien a nadie le gusta ni pide una recesión, a veces es necesaria para mantener nuestra economía en el camino de un crecimiento manejable.

En segundo lugar, una vez que entendamos qué esperar, veamos qué podemos hacer. Las oportunidades siempre se revelan en tiempos de inestabilidad. Al igual que en desafíos pasados, los viajeros definirán nuevos nichos de acuerdo con sus intereses. Como industria, tenemos que estar preparados para responder a esas nuevas demandas, no como una tendencia pasajera, sino como un segmento del mercado. El cambio es fundamental e inevitable, y o respondemos a él o somos arrastrados.

Es importante que la industria de viajes recuerde que vendemos experiencias, emociones y sueños que, en su mayor parte, tienen un valor más alto que casi cualquier otro producto o servicio. Por esta misma razón, debemos evitar caer en la trampa de la mentalidad de “venta forzosa”. Cada empresa y cada agencia está orientada a un segmento específico del mercado, y es imperativo que definamos aún más nuestros respectivos mercados. Podemos ofrecer especiales tácticos nacidos de la estrategia y no de la desesperación.

Además, a medida que nos reposicionamos, este es el momento perfecto para que nosotros, como industria, regresemos al más alto nivel de ética. Como he dicho antes, estamos siguiendo un camino paralelo al de la industria financiera y es posible que tengamos que lidiar con regulaciones gubernamentales a menos que se realicen cambios drásticos. Durante estos tiempos difíciles, hemos visto cómo las prácticas poco éticas en otras industrias han derribado incluso a las empresas más grandes. Las prácticas poco éticas en todos los ámbitos se examinarán aún más de cerca. El instinto común será seguir la tendencia de recortar servicios para ahorrar costos. Esta vez unámonos para aumentar los servicios para ganarnos el respeto.

A diferencia de otros productos que inundan a nuestros clientes, los viajes no se pueden medir por quilates, por desempeño o por fabricante. Se mide por el vínculo afectivo y la sed incesante de educación y enriquecimiento. Por eso mismo, tenemos que recordar que aunque los gustos puedan cambiar y las tendencias vayan y vengan, la pasión y la demanda por viajar nunca desaparecerán. Entender esto significa reconocer que el 2009 no estará definido por elecciones desesperadas, sino por elecciones alteradas. Una cosa es segura, lo hacemos

tener un faro de esperanza de que, fuera del entorno desafiante, les espera un crecimiento sin precedentes. Y ahora es el momento de que la industria de viajes corrija nuestros defectos y regrese a nuestros principios fundamentales. Recuerde, no solo hacemos realidad los sueños, también los creamos.

Ashish Sanghrajka, presidente
Cinco grandes tours y expediciones

QUÉ QUITAR DE ESTE ARTÍCULO:

  • Como industria, tenemos que estar preparados para responder a esas nuevas demandas, no como una tendencia pasajera, sino como un segmento del mercado.
  • Si bien a nadie le gusta ni pide una recesión, a veces es necesaria para mantener nuestra economía en la senda de un crecimiento manejable.
  • Además, a medida que nos reposicionamos, este es el momento perfecto para que nosotros, como industria, regresemos al más alto nivel de ética.

<

Acerca del autor.

linda hohnholz

redactor jefe para eTurboNews con sede en la sede de eTN.

Compartir a...