Miles de brasileños se han sumado a una huelga general, convocada por los sindicatos, para protestar contra las reformas de las pensiones que se están discutiendo en el Congreso.
En Río de Janeiro, la policía lanzó gases lacrimógenos contra los manifestantes que intentaban bloquear la Avenida Brasil, mientras que los residentes de Sao Paulo se despertaron y encontraron a manifestantes quemando neumáticos en la carretera principal Rodovia Anhangüera.
La huelga es la primera de este tipo desde que el presidente Jair Bolsonaro asumió el cargo en enero.
La administración tiene como objetivo elevar la edad de jubilación a 65 años para los hombres y 62 para las mujeres y aumentar las contribuciones de los trabajadores.