El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) informó que un terremoto de magnitud 6.2 sacudió el oeste-noroeste de Pangai, Tonga, el jueves, casi dos semanas después de que el reino del Pacífico fuera devastado por un erupción volcánica y tsunami.
El terremoto se registró a una profundidad de 14.5 km.
El epicentro se ubicó a 219 kilómetros (136 millas) al noroeste de Pangai, una ciudad en la remota isla de Lifuka, según datos del USGS.
No hubo informes inmediatos de daños, pero la comunicación es limitada después de que la erupción anterior cortó el cable submarino principal que conecta Tonga al mundo.
El área ha visto actividad sísmica diaria desde que el volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha'apai entró en erupción el 15 de enero, matando a tres personas y enviando un tsunami por todo el Pacífico.
LA erupción volcánica, la más grande desde Pinatubo en Filipinas en 1991, lanzó una enorme nube de ceniza que cubrió la nación insular del Pacífico e impidió la vigilancia para determinar el alcance del daño.
Se estima que hay un millón de volcanes submarinos que, al igual que los volcanes continentales, se encuentran cerca de las placas tectónicas de la Tierra donde se forman.
Según el grupo de la Fundación Global para la Exploración Oceánica, alrededor de "las tres cuartas partes de toda la actividad volcánica en la Tierra en realidad ocurre bajo el agua".
En 2015, Hunga-Tonga-Hunga-Ha'apai arrojó tantas rocas grandes y cenizas al aire que dio lugar a la formación de una nueva isla.
El 20 de diciembre y luego el 13 de enero, el volcán entró en erupción nuevamente, creando nubes de ceniza que se podían ver desde la isla de Tonga, Tongatapu.
El 15 de enero, la erupción masiva desencadenó un tsunami en todo el Pacífico, en un proceso cuyos orígenes aún se debaten entre los científicos.