Skål Europa ha tomado la iniciativa al exigir una reforma urgente tras una pérdida de 500,000 € en desarrollo informático que dio lugar a una consulta global, un momento decisivo para la organización. Ante las deficiencias institucionales y las preocupaciones sobre la gobernanza, los clubes europeos exigen transparencia, medidas decisivas y un nuevo rumbo que una a los miembros de Skål de todo el mundo.
Este paso audaz y sin precedentes hacia la reforma fue impulsado por Skål Europa, que convocó una reunión virtual histórica el 22 de mayo de 2025. Coordinada por el vicepresidente Paolo Bartolozzi, la sesión reunió a más de 60 Skålegas de todo el mundo, incluyendo miembros del Comité Ejecutivo de Skål Internacional. La consulta situó a los clubes y socios en el centro del debate sobre el futuro de Skål.
Liderada por el presidente de Skål Europa, Franz Heffeter, la reunión abordó la urgencia del cambio con claridad y determinación. «Este es su mandato», afirmó Heffeter. «Debe surgir de los clubes, no de arriba abajo». Con la impecable coordinación de Tito Livio Mongelli y Stefan Pettersson, el evento fue accesible en diferentes zonas horarias e idiomas.
Dos documentos de reforma cruciales fueron el eje central del debate. El primero abordó directamente las deficiencias de gobernanza, incluyendo la preocupante pérdida de más de 500,000 € relacionada con proyectos fallidos de plataformas digitales como Odoo y Omnigo, como resultado de la cancelación de un contrato de TI para el sitio web de Skål. Esta pérdida financiera, lejos de ser un descuido menor, se comparó con la mala gestión del sector público, lo que puso de relieve la necesidad crucial de rendición de cuentas y un cambio estructural. El documento propuso sólidas medidas correctivas, la certificación ESG y la presentación de informes financieros.

Pero el enfoque no se centró en atribuir culpas. En cambio, presentó propuestas con visión de futuro: certificación ESG como herramienta de gobernanza, informes financieros por centro de costos, licitaciones transparentes y una reforma institucional más amplia. «Debemos convertir el sufrimiento en estructura», dijo Paolo, «y la confusión en un modelo de claridad».
El segundo documento, con una mirada al futuro, presentó un mandato estratégico visionario que reimagina a Skål no como una autoridad verticalista, sino como una plataforma global de servicios. Hizo hincapié en la visibilidad institucional en los organismos turísticos, la mejora de la infraestructura digital, la optimización de los formatos de los Congresos y un mayor apoyo a la promoción de los clubes en eventos clave del sector.
La consulta dio lugar a uno de los diálogos más abiertos y constructivos de la historia reciente de Skål. Skålegas de Montecarlo, Alemania, Austria, Sudáfrica, Tailandia, Croacia e Italia ofrecieron perspectivas apasionadas y profundas. Su mensaje fue unánime y urgente: Skål debe evolucionar, modernizarse y conectar significativamente con la próxima generación de profesionales del turismo.
Para concluir el debate, Luigi Sciarra, presidente de Skål Roma, citó a la expresidenta de Skål Internacional, Annette Cardenas: «Annette dijo que debemos construir puentes. Pero para construir puentes, se necesitan ladrillos y hierro. Esta reforma nos proporciona ambos. Es hora de construir».
La Encuesta Estratégica permanecerá abierta a todos los clubes hasta el 3 de junio de 2025. La propuesta final de reforma se presentará en la AGA durante el Congreso Mundial de Skål en Cuzco, Perú, del 25 al 30 de septiembre de 2025. Lo que comenzó en Skål Roma como una iniciativa local ahora ha evolucionado hasta convertirse en un movimiento europeo y, cada vez más, global para el cambio.
Punto de inflexion
La velada no terminó con lemas, sino con respeto mutuo. Sin ataques personales. Sin divisiones. Solo clubes, miembros y profesionales, decididos a construir algo mejor.
Cuando las pantallas se apagaron, una cosa quedó clara: el verdadero mandato de Skål International no había sido entregado desde un escenario, sino que había surgido de las bases.
El futuro de Skål ya no es una cuestión de quién lidera, sino de cómo lideramos y para quién.