Alegando preocupaciones sobre la seguridad, la salud y la vida de sus ciudadanos, así como el potencial reclutamiento para espionaje, el Parlamento letón ha avanzado con una nueva legislación destinada a prohibir los viajes organizados a Rusia y Bielorrusia, aprobando las enmiendas a la Ley de Turismo en su lectura inicial.
Los letones en Rusia o Bielorrusia podrían potencialmente enfrentarse a reclutamiento para espionaje, así como a exposición a actividades de inteligencia y riesgos de provocación, según afirmaron los diputados que propusieron las enmiendas.
Letonia, junto con sus vecinos Estonia y Lituania, se ha convertido en uno de los oponentes más vocales de Rusia tras la brutal invasión a gran escala y no provocada de Ucrania por parte de Putin hace tres años.
Según las estadísticas oficiales, el 90% de las personas que cruzan la frontera entre Letonia y Bielorrusia viajan solas. Los viajes turísticos organizados a Rusia han cesado y actualmente sólo cuatro agencias ofrecen servicios en Bielorrusia.
El partido conservador Alianza Nacional ha propuesto que sería más adecuada una prohibición total del transporte de pasajeros a Rusia y Bielorrusia, una propuesta que actualmente está siendo estudiada por la comisión correspondiente.
Las nuevas modificaciones impedirán que todas las agencias de viajes registradas oficialmente en Letonia ofrezcan o proporcionen servicios turísticos en la Federación de Rusia y la República de Belarús, según se afirma en un comunicado oficial.
Esta prohibición se aplicaría junto con las sanciones existentes de la UE contra Moscú y Minsk, indicó además el comunicado.
Para que las enmiendas entren en vigor, deben someterse a dos lecturas adicionales en el Parlamento.