El Monte Everest se enfrenta a un importante problema de heces: los escaladores dejan hasta 26,500 libras de excremento al año.
La acumulación de desechos humanos alrededor de los campamentos de montaña plantea graves riesgos para el medio ambiente y la salud. Sin un sistema eficiente de gestión de residuos, los escaladores han estado desechando sus heces donde sea conveniente, lo que ha contaminado el medio ambiente.
El problema ha provocado llamados a la acción por parte de líderes y expertos de expediciones, enfatizando la necesidad urgente de abordar este desafío ambiental.

En un intento por abordar el problema de larga data de los desechos humanos en el Monte Everest y el Monte Lhotse, la municipalidad local de Pasang Lhamu ha anunciado una nueva regulación que exige a los escaladores comprar y utilizar bolsas de excremento en el campamento base.
La implementación de esta norma, que entrará en vigor durante la próxima temporada de escalada, tiene como objetivo combatir la degradación ambiental causada por la superpoblación en las montañas.
Khumbu Pasanglhamu es uno de los 7 municipios rurales del distrito de Solukhumbu de la provincia nº 1 de Nepal. Solukhumbu es el hogar de la montaña más alta del mundo, el Monte Everest.

Creciente preocupación por el impacto ambiental en el Monte Everest
La decisión se produce en medio de crecientes preocupaciones sobre el impacto ambiental del creciente número de escaladores en los picos más altos del mundo.
Con la emisión de más permisos de escalada cada año, los expertos advierten sobre los efectos perjudiciales del hacinamiento en el frágil ecosistema de la región del Everest.
Los excrementos humanos se han convertido en un problema particularmente apremiante, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas.
Precedentes exitosos e iniciativas bienvenidas
Iniciativas similares han tenido éxito en otras montañas, como el monte Denali en Alaska, y han obtenido comentarios positivos de los operadores de expediciones. La introducción de bolsas para excrementos ha sido bienvenida como un paso en la dirección correcta por quienes participan en las expediciones al Everest.

Detalles de implementación y regulación
La nueva regulación se introducirá antes de la temporada de escalada en Nepal, que comenzará en marzo y durará hasta mayo. Mingma Sherpa, presidente de la municipalidad rural de Pasang Lhamu, enfatizó la necesidad de abordar la presencia visible de desechos humanos en las montañas y afirmó: "Esto no es aceptable y erosiona nuestra imagen".
Impacto y preocupaciones ambientales
Según el Comité de Control de la Contaminación de Sagarmatha, se estima que tres toneladas de desechos humanos están esparcidos entre el campamento base del Everest y el Campamento Cuatro, con una porción significativa concentrada en el Collado Sur (campo cuatro). La incapacidad de gestionar eficazmente la eliminación de residuos a mayor altitud plantea un desafío importante.
Permisos de escalada récord y desafíos continuos
El problema del hacinamiento persiste: el año pasado Nepal otorgó una cifra récord de 478 permisos de escalada para el Monte Everest. La afluencia de escaladores, guías y personal de apoyo exacerba la presión ambiental en la región, destacando la necesidad de soluciones sostenibles.
Adquisición de bolsas para excrementos y perspectivas futuras
Se están realizando esfuerzos para adquirir aproximadamente 8,000 bolsas de excremento de EE. UU., que se distribuirán entre escaladores, sherpas y personal de apoyo. Equipadas con productos químicos para solidificar los desechos y reducir el olor, estas bolsas están diseñadas para múltiples usos. Sin embargo, persisten las preocupaciones con respecto a la eliminación adecuada de las bolsas usadas, y algunos temen las posibles repercusiones ambientales.
Reacciones encontradas y optimismo
Mientras que algunos expresan escepticismo sobre la adherencia de los escaladores a prácticas adecuadas de gestión de residuos, otros siguen siendo optimistas sobre el impacto potencial de la iniciativa. Dambar Parajuli, presidente de la Asociación de Operadores de Expediciones de Nepal, expresó su apoyo al reglamento y enfatizó la responsabilidad colectiva para garantizar su éxito.
Mientras Nepal se prepara para otra temporada de escalada, la implementación de esta nueva regulación marca un paso significativo hacia la mitigación de los desafíos ambientales que plantean las actividades de montañismo en la región del Everest.