World Tourism Network La miembro Dra. Birgit Trauer respondió a la WTN Convocatoria de comentarios sobre la paz a través del turismo y explicó:
Cuando pienso en la paz y el turismo, siempre me pregunto: ¿Por dónde empiezo?
Ambos conceptos, turismo y paz, son polifacéticos y creo que ambos merecen una reflexión que vaya más allá de las imágenes inherentes al simbolismo y al romanticismo.

Si bien el turismo sigue siendo visto como un poder para la paz y la sostenibilidad, es difícil ignorar que esta noción es frágil, como lo han discutido diversos investigadores y como se puede observar, por ejemplo, en las protestas bajo la bandera del exceso de turismo en destinos de todo el mundo.
No hay duda de que la humanidad está en movimiento.
El turismo puede considerarse una entidad independiente, pero es un microcosmos de la sociedad en su conjunto. Independientemente del papel que desempeñemos en el escenario turístico, es importante tener esto en cuenta y seguir centrándonos en experiencias significativas y mutuamente gratificantes para todas las partes interesadas.
La paz, no sólo en el ámbito del turismo sino en general, puede considerarse un reflejo de actitudes y comportamientos individuales y grupales que abarquen la tolerancia y el respeto por los demás. La paz implica aceptar la responsabilidad por el impacto que tenemos sobre los demás y sobre nuestro medio ambiente. Sin estos valores fundamentales, pueden surgir rápidamente conflictos entre los actores del turismo.
La economía desigual, la falta de acceso a los recursos, las diferentes visiones y valores del mundo y el poder y el control se reconocen como las causas centrales de los conflictos en todo tipo de relaciones a nivel micro y macro.
Dada la desconexión y polarización que estamos presenciando en todo el mundo, podríamos preguntarnos: ¿Vivimos según los valores que proclamamos, y ninguno más que la paz?
Como destacó el ex Secretario General de las Naciones Unidas Kofi Annan en 2003: “Necesitamos encontrar dentro de nosotros mismos la voluntad de vivir según los valores que proclamamos, en nuestra vida privada, en nuestras sociedades locales y nacionales y en el mundo”.
Para muchos, la palabra paz hace referencia a la paz exterior, a lo que sucede a nuestro alrededor en el mundo, especialmente ahora que no podemos escapar de las noticias sobre los inmensos conflictos que se producen en diversas partes del mundo. Pero también existe la paz interior, la paz a nivel intrapersonal, que se ha reconocido que influye en la salud y el bienestar individual y social.
A lo largo de nuestro recorrido por la vida, todos nos enfrentamos en distintos momentos a preguntas internas sobre quiénes somos y quiénes queremos ser, a qué aspiramos en la vida y sobre nuestras propias necesidades y valores. Tal vez nos preguntemos si nuestro comportamiento se alinea con nuestros valores personales, los valores culturales de las sociedades en las que vivimos y, en el contexto del turismo, con los valores que se aprecian en los destinos turísticos.
Las investigaciones destacan que la paz interior y la exterior no existen de forma aislada. Es nuestra paz interior la que nos permite actuar según los valores de la bondad, la empatía, la compasión, la inclusión y la humanidad compartida.
Una lente relacional ofrece oportunidades para iluminar nuestras necesidades y valores, la idea de participación individual y colectiva, y la agencia y el liderazgo en la vida en general y en el turismo específicamente.
Desarrollar y practicar la atención plena relacional y la inteligencia relacional eleva nuestra capacidad de prestar atención a nuestro mundo interior y exterior. Aprovechando nuestro sentido de curiosidad, coraje y compromiso para actuar de acuerdo con los valores que sustentan la noción de paz, honramos la importancia de la reciprocidad y de las biosferas relacionales saludables en la red de la vida.
Como bien lo expresa la reconocida psicoterapeuta belga-estadounidense y experta en relaciones, Esther Perel: “La calidad de nuestras relaciones determina la calidad de nuestras vidas”.
Con mejores habilidades relacionales, podemos atrevernos a cuidar y conectarnos de manera auténtica. Podemos elegir actuar por amor y no por miedo. Podemos demostrar un comportamiento éticamente competente que se alinee con los valores que sustentan la noción de paz interior y exterior en el turismo y más allá.