Existen varias razones por las que a algunas personas puede no gustarles el Carmenère 2024 de la DO Peumo, a pesar de sus múltiples cualidades. Si bien es un vino que a muchos les resulta atractivo, existen ciertas características de este vino, así como atributos específicos que podrían no resultar atractivos para todos los bebedores de vino.
Algunas razones por las que quizá no te guste este vino:
1. Notas herbáceas y verdes
La Carmenère es conocida por sus distintivos sabores herbáceos y a pimiento verde, especialmente en regiones como Peumo, donde la uva expresa su carácter fenólico único. Estas notas verdes y vegetales son un sello distintivo de la variedad, pero pueden ser divisivas. Algunos bebedores de vino pueden encontrarlas demasiado herbáceas o incluso desagradables, especialmente si no están acostumbrados a estos sabores. Para aquellos que prefieren vinos con predominio de frutas o vinos con perfiles de bombas de frutas más tradicionales, estos sabores verdes pueden resultar desagradables.
2. Intensa influencia del roble
El Carmenère 2024 puede haber pasado por un proceso de envejecimiento en barrica, como muchos vinos Gran Cru premium, y esto le aporta sabores de vainilla, humo, tabaco y especias. Si bien algunos bebedores de vino aprecian la profundidad y complejidad que aporta el roble, otros pueden encontrar la influencia del roble demasiado fuerte o abrumadora, especialmente si el vino se percibe como demasiado amaderado o saturado de sabores a roble. Si el roble no está bien integrado, puede oscurecer el perfil frutal del vino, haciéndolo menos equilibrado y armonioso para quienes prefieren un vino más frutal.
3. Estilo atrevido y pesado
El Carmenère de la DO Peumo tiende a ser un vino con mucho cuerpo, con taninos ricos, sabores frutales profundos y un mayor contenido de alcohol. Para algunos, este estilo audaz y a veces opulento puede ser demasiado, especialmente para aquellos que prefieren vinos con cuerpos más ligeros, menor contenido de alcohol y más fineza. La estructura intensa y el perfil tánico del vino pueden percibirse como demasiado pesados o astringentes, especialmente cuando se compara con tintos más ligeros o vinos más delicados como el Pinot Noir.
4. Alto contenido de taninos y astringencia.
El Carmenère 2024 puede tener una fuerte estructura tánica que contribuye a su potencial de envejecimiento, pero también puede hacer que el vino parezca seco y astringente. Esto puede resultar desagradable para algunos bebedores, en particular para aquellos que no están acostumbrados a los vinos tánicos, especialmente si el vino tiene un sabor demasiado áspero en el paladar o no se suaviza con el tiempo. Los taninos también pueden dominar los sabores frutales del vino, lo que da lugar a un final seco que a algunos les resulta menos agradable.
5. Posible exceso de maduración
Dependiendo de la añada y el estilo de elaboración del vino, algunos vinos Carmenère pueden tener un carácter maduro, a veces incluso confiturado (algunos puristas del vino ven la confitura como una falta de equilibrio, donde la fruta abruma la acidez, los taninos y otros componentes estructurales del vino. Especialmente si se permite que las uvas maduren hasta la madurez completa).
El Carmenère Gran Cru 2024 puede tener algunos sabores a frutas demasiado maduras, como pasas o ciruelas pasas, que pueden resultar demasiado dulces o pesados. Esta riqueza y estilo frutal puede parecer desequilibrado o demasiado intenso para quienes prefieren vinos con más acidez o frescura.
6. Falta de frescura o equilibrio
Algunos críticos o bebedores de vino pueden considerar que al Carmenère 2024 le falta acidez o frescura, lo que puede hacer que el vino se sienta plano o pesado en el paladar. En vinos con mucho cuerpo, si la acidez no es lo suficientemente brillante como para equilibrar la riqueza de la fruta, el roble y los taninos, puede dar lugar a un vino que se sienta desequilibrado o demasiado denso. Esta falta de frescura puede ser un factor decisivo para quienes disfrutan de vinos con una calidad más refrescante o vivaz.
7. Perfil polarizador
El Carmenère tiene un perfil único que lo diferencia de las variedades tradicionales como Cabernet Sauvignon o Merlot, con las que muchos bebedores de vino están más familiarizados. Su combinación de notas herbáceas, especiadas y terrosas, junto con su perfil frutal, puede no coincidir con las preferencias de sabor de quienes están más acostumbrados a otras variedades tintas.
8. Expectativa vs. Realidad
Si los consumidores tienen grandes expectativas con respecto a un vino Gran Cru, pueden sentirse decepcionados si el Carmenère 2024 no cumple con esas expectativas en términos de complejidad, refinamiento o equilibrio. Algunos podrían esperar un vino con más elegancia o sutileza, pero el Carmenère de Peumo a veces puede ser más robusto o más intenso con sus sabores audaces.
Gustar disgustar
Si bien el Carmenère 2024 de DO Peumo es un vino que muchos disfrutarán por su audacia, complejidad y plena expresión de variedad, no es para todos.
A algunas personas podría no gustarles debido a sus sabores herbales y a pimiento verde, su fuerte influencia de roble, sus taninos pesados o sus características de fruta demasiado madura.
La estructura audaz del vino y la posible falta de equilibrio entre fruta y acidez también pueden contribuir a una experiencia negativa para quienes prefieren tintos más ligeros y equilibrados. En definitiva, el vino es muy subjetivo y las preferencias varían ampliamente: lo que algunos encuentran delicioso e intrigante, otros pueden encontrarlo demasiado intenso, pesado o desequilibrado.
La bodega
La viña Viña La Rosa, conocida por su Gran Cru, tiene profundas raíces en la industria del vino chileno.
Fundada en 1824, es una de las viñas más antiguas de Chile. A lo largo de sus casi 200 años de historia, se ha ganado la reputación de producir algunos de los vinos más elegantes y con mejor capacidad de guarda del país. La viña está ubicada en el Valle de Rapel, específicamente dentro de la subregión de Peumo, que es ampliamente considerada como una de las mejores regiones de Chile para la producción de Carmenère.
El terroir está muy presente, subrayando el perfil audaz y con cuerpo del vino. Peumo es parte de la DO (Denominación de Origen) Peumo, una denominación de origen que refleja el clima único de la región y sus onduladas colinas con suelos aluviales.
La bodega reconoce desde hace tiempo el potencial de esta zona para el cultivo de Carmenère. A lo largo de las décadas, ha invertido en técnicas vitivinícolas tradicionales y modernas para sacar a relucir las mejores cualidades de la uva. El compromiso de Viña La Rosa con la sostenibilidad, la calidad y la innovación ha sido clave para su éxito, al igual que el cuidado del Valle de Cornellana, que se destaca principalmente por sus condiciones ideales para el cultivo de Carmenère.
Notas
Busque un color rojo rubí intenso con matices violetas en el borde, que resalten su vitalidad juvenil. El carácter audaz y directo del vino y la composición general pueden parecer casi agresivos. El brillo del vino indica buena claridad y una vinificación cuidadosa.
En nariz se perciben aromas pronunciados de frutas negras maduras como moras, cerezas negras y ciruelas, entrelazados con notas características de Carmenère de pimiento verde y hierbas frescas. Surgen sutiles capas de chocolate negro, espresso y especias dulces como nuez moscada o clavo, probablemente provenientes de la crianza en barrica.
En boca es rico y con cuerpo, suavizado por una textura aterciopelada. El perfil frutal se equilibra con una acidez vibrante que mantiene viva la vida del vino. Los taninos son firmes pero bien integrados, lo que le da estructura sin abrumar.
Predominan las notas de mermelada de mora, cassis y un toque de pimienta negra. A continuación, aparecen sabores secundarios de grafito, humo y matices minerales, probablemente reflejos del suelo sedimentario volcánico. El final es largo, con frutos oscuros persistentes y un toque terroso sabroso.