Phuket es la isla más grande y posiblemente la zona más popular de Tailandia entre los turistas. Es famosa por sus hermosas playas, aguas turquesas y un clima cálido que atrae a visitantes de todo el mundo. Además de la playa, Phuket también ofrece excelente gastronomía, una cultura única y divertidas actividades de aventura.
Phuket, símbolo de fiesta y libertad desde hace tiempo, se enfrenta ahora a una realidad alarmante: Soi Bangla, en Bangla Road, se está convirtiendo en un foco de constantes peleas entre turistas. Y el problema no son tanto los delincuentes, sino los propios visitantes.
Bangla Road y Soi Bangla son básicamente la misma ubicación; ambos se refieren a la zona central de Patong Beach, Phuket, famosa por su vida nocturna. "Bangla Road" es el nombre de la calle principal, mientras que "Soi Bangla" se refiere a los callejones que la rodean. Soi Bangla también se usa a veces de forma más general para referirse a toda la zona de ocio nocturno, incluyendo la calle principal y los callejones circundantes.
El principal catalizador es el consumo descontrolado de alcohol. Según las redes sociales tailandesas, la policía apenas interviene, lo que permite que la situación se agrave. Como resultado, escenas que recuerdan a peleas callejeras se han vuelto habituales.
“Estos conflictos, alimentados por el alcohol, ocurren casi todas las noches. A veces se descontrolan porque la policía simplemente no reacciona”, dice uno de los testigos. Según él, el turista de la camisa blanca, grabado en video, intentó repetidamente iniciar una pelea.
El último incidente ocurrió el 6 de mayo alrededor de las 3:30 a. m.; la grabación se publicó al día siguiente. La grabación de 20 segundos captura el momento en que un turista ebrio ataca a otro. Un tercer hombre aparece en la imagen, intentando separarlos, pero el agresor no se detiene e intenta continuar la pelea.
Los vecinos no ocultan su irritación: a veces la policía aparece para llevar a los instigadores a comisaría, pero la mayoría de las veces no lo hace. Al final, los participantes simplemente se dispersan, y la calle vuelve a llenarse de diversión hasta la siguiente escaramuza.
La policía afirma estar al tanto del problema y está intentando controlar la situación. Sin embargo, los bares siguen abiertos hasta la mañana y la embriaguez se ha convertido casi en la norma. Esto genera cada vez más preguntas entre los residentes: ¿qué es más importante: la reputación turística o la seguridad?