La semana pasada tuve el privilegio de asistir a la exposición El amanecer del cristianismo en Roma. Esta exposición mostraba las invaluables reliquias de Jordania y su profundo significado histórico en el patrimonio religioso de la región. Fue un momento que me llenó de inmenso orgullo, superando ampliamente mis expectativas, y me recordó las ricas e invaluables contribuciones que la cultura árabe ha hecho al mundo.
Me siento profundamente inspirado por la inquebrantable dedicación de Jordania a la paz, la justicia y la preservación de nuestro patrimonio común. Agradezco al reconocido periodista Daoud Kuttab su orientación y apoyo para la redacción de las siguientes palabras.

Felicitaciones al Ministerio de Turismo, a la Junta de Turismo de Jordania, a la embajadora Lina Annab y a todo el equipo que trabajó incansablemente entre bastidores para dar vida a esta increíble exhibición. También quiero expresar mi admiración especial por la reina Rania de Jordania por su visita a la exhibición, que destacó su importancia. No podría estar más orgullosa de Jordania y de mis aretes personalizados de una talentosa amiga, Luma, de Lumani Designs.
La exposición “Jordania, amanecer del cristianismo” en Roma ha superado todas las expectativas, ofreciendo una profunda muestra del rico patrimonio cristiano de Jordania. Este evento es un poderoso recordatorio de que todos somos embajadores del Reino, encargados de compartir su historia, sus valores y su reconocida hospitalidad con el mundo.
La exposición, inaugurada en Roma, es un testimonio de las importantes contribuciones de Jordania al cristianismo primitivo. Presenta más de 90 objetos raros, entre ellos mosaicos y símbolos cristianos antiguos, como el símbolo del pez, considerado una de las primeras representaciones de Cristo.
Esta exposición destaca la importancia histórica de Jordania y refuerza el compromiso permanente de la nación con la promoción del diálogo y el entendimiento interreligiosos. El reciente encuentro de la Reina Rania con el Papa Francisco en el Vaticano subraya aún más esta dedicación. Sus conversaciones se centraron en la paz mundial, la tolerancia y los esfuerzos humanitarios. El Papa Francisco elogió a Jordania por su papel fundamental en el fomento de la armonía interreligiosa en una región a menudo afectada por conflictos.
El legado cristiano de Jordania está profundamente entrelazado con su geografía, y alberga importantes lugares religiosos que han sido testigos de momentos cruciales en la historia bíblica. “Betania al otro lado del Jordán”, reconocida como el lugar del bautismo de Jesús, se destaca como un lugar de peregrinación esencial. Este sitio venerado, junto con otros lugares y reliquias cristianas importantes, se exhibe en la exposición, lo que permite a los visitantes conectarse con el legado espiritual que ha prosperado en Jordania durante siglos.
El entusiasmo que rodea a la exposición es palpable y atrae a académicos, turistas y miembros de la comunidad cristiana a explorar y apreciar el rico tapiz de la historia sagrada de Jordania. Este evento es una revelación de las contribuciones de Jordania al cristianismo y una celebración de su constante dedicación a la preservación cultural e histórica.
La Junta de Turismo de Jordania y el Ministerio de Turismo merecen un reconocimiento por su inquebrantable compromiso para dar vida a esta exposición. Sus esfuerzos por promover Jordania como destino de peregrinación religiosa y turismo desempeñan un papel crucial a la hora de educar a la comunidad mundial sobre el importante papel que ha desempeñado el país en la historia cristiana. Estas iniciativas son esenciales para ampliar la comprensión y la apreciación del patrimonio cultural, en particular en el mundo actual, donde la comprensión de las distintas historias fomenta una comunidad mundial más cohesionada.
Además, la exposición nos recuerda la universalidad de los valores compartidos que se encuentran arraigados en la fe: la compasión, la comprensión y el respeto mutuo. En una época en la que las divisiones religiosas y culturales suelen dominar los titulares, los eventos que promueven la unidad y el entendimiento a través de conexiones históricas y espirituales son de vital importancia. La exposición “El amanecer del cristianismo” encapsula este espíritu, ofreciendo una plataforma para el diálogo entre todas las religiones y animando a los visitantes a reflexionar sobre la importancia de la tolerancia y la paz.
Las plataformas de redes sociales han estado repletas de hashtags como #VisitJordan, #BethanyBeyondTheJordan y #JordanHeritage, que invitan a un público más amplio a aprender sobre este hermoso país y sus tesoros de importancia histórica. Al compartir experiencias y conocimientos, podemos amplificar el mensaje del legado cristiano de Jordania y su importancia para la historia mundial.
Además, el legado de Jordania como cuna del cristianismo merece un reconocimiento que trascienda la exposición. Los peregrinos, historiadores y turistas deben comprender que Jordania es un testimonio vivo de las tradiciones y enseñanzas que han dado forma a las creencias espirituales durante milenios. La exposición invita a los visitantes a relacionarse con el pasado de Jordania y los anima a imaginar un futuro en el que la fe trascienda las divisiones. Representa verdaderamente el concepto mismo de piedras vivas.
Jordania sigue desempeñando un papel fundamental en la promoción del diálogo interreligioso y del patrimonio cultural, por lo que la comunidad mundial debe unirse para apoyar y reconocer estos esfuerzos. Eventos como la exposición “El amanecer del cristianismo” no son simplemente exposiciones, sino una afirmación de esperanza, una celebración de la conexión humana a lo largo de la historia y una invitación a reflexionar sobre el camino compartido de la humanidad.
La exitosa inauguración de la exposición “Jordania, amanecer del cristianismo” en Roma es un testimonio del legado perdurable de fe, cultura y patrimonio. Reafirma el compromiso de Jordania de fomentar la paz mundial y el entendimiento mutuo, y nos alienta a sumarnos a esta noble búsqueda. Abracemos y celebremos nuestras diferencias, al tiempo que valoramos los hilos comunes que nos unen, hilos tejidos a través de nuestras historias compartidas, incluidas las contribuciones irremplazables de Jordania al cristianismo. Al hacerlo, allanamos el camino hacia un mundo mejor y más unido.