Los humanos, como robots, realizaron el “baile de Trump” mientras jugaban al Y—M—C-A en Riad esta semana en el Foro de Inversiones Saudí-Estados Unidos, al que asistieron el presidente estadounidense Donald Trump y el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman.
Según Elon Musk, la estrella del foro, los Tesla autónomos podrían llegar pronto a las calles de Arabia Saudita. Declaró: «Todo el mundo debería tener un robot humanoide». Y está listo para venderlos.
En una sesión en la que Mohammed H. Al Qahtan, el CEO de Saudi Holding Company, le dijo a Elon que su contrato con Starlink Maritim Aviation fue aprobado en Arabia Saudita, el jefe del Departamento de Eficiencia de los EE. UU. ganó rápidamente unos miles de millones, diciéndole a Mohammed que tener un robot con apariencia humana pronto será tan común como un teléfono móvil para todos en Arabia Saudita y el resto del mundo.
Elon mostró los robots humanoides al Príncipe Heredero, quien quedó fascinado. Musk les dijo a los anfitriones saudíes que considera a Arabia Saudita un actor clave en la carrera global de la innovación en automatización e inteligencia artificial (IA).
Conduciendo a través de los atascos de tráfico urbano, la “Boring Company” de Elon Musk ha demostrado en Las Vegas cómo solucionar este problema en las grandes ciudades de Arabia Saudita.

La conferencia saudí resultó ser un éxito para Elan, e incluyó:
Un robot humanoide es un robot cuya forma se asemeja a la del cuerpo humano. Su diseño puede tener fines funcionales, como la interacción con herramientas y entornos humanos, fines experimentales, como el estudio de la locomoción bípeda, u otros. En general, los robots humanoides tienen torso, cabeza, dos brazos y dos piernas.
Mohamed H. Al Qahtan publicó esta historia en su página de LinkedIn, donde contaba que visitó a Elon Musk en su casa americana de estilo madera. Era cálida y tranquila. Hablamos en la sala y paseamos por el sótano. Había una mujer, quizá su esposa, y dos niños pequeños; no pregunté. No se parecía al Elon que vemos en internet y en televisión. Lo que parece arrogancia o distracción en público… podría ser una sobrecarga de banda ancha. Conozco esa sensación demasiado bien —dijo Mohamed—. Elon era amable, cálido y con los pies en la tierra. No necesitaba trucos publicitarios. Nada de imagen escénica. Solo presencia.
Apenas unos días después, durante el Foro de Inversiones Saudí-Estados Unidos en Riad, apareció Elon Musk anunciando una ola de proyectos futuristas para Arabia Saudita:
- Robotaxi: los Tesla autónomos podrían llegar pronto a las calles de Arabia Saudita si se aprueban.
- Robots Optimus: robots humanoides exhibidos ante líderes mundiales, incluido el príncipe heredero Mohammed bin Salman.
- Starlink: Internet por satélite recibe luz verde para los sectores de la aviación y el marítimo.
- Transporte subterráneo: una propuesta de Boring Company para construir un túnel que atraviese la congestión de la ciudad.
- IA y automatización: Musk ve a Arabia Saudita como un actor clave en la carrera global de la innovación.
Mohamed explicó: Lo que reveló sobre lo que todos pensamos: el futuro ya no es abstracto. Está llegando.
Se le hizo un comentario a Mohammed H. Al. Qahtani: Gracias por compartir esta gran perspectiva personal. La gente juzga con mucha rapidez, y se puede percibir la incomodidad y la torpeza de Elon cada vez que está en el centro de atención y bajo el escrutinio público, como un oso bailarín en un escenario.
Mohammed respondió: «Muy bien dicho. La vulnerabilidad en el liderazgo suele malinterpretarse, pero es precisamente lo que hace que los visionarios sean cercanos, no solo extraordinarios».
En nuestra cultura, hay un dicho: «Quien entra en el primer nivel de conocimiento se vuelve arrogante. En el segundo, se vuelve humilde. En el tercero, se da cuenta de que no sabe nada».
Cuanto más aprendemos, más conscientes nos volvemos de lo mucho que no sabemos, y esa conciencia es El fundamento de la verdadera humildad.
Sin embargo, la competencia de Elon también se intensifica en el Reino. La Autoridad de Transporte Saudí firmó recientemente un memorando de entendimiento con Uber y la empresa china Pony.ai para lanzar vehículos autónomos para 2025.
En Arabia Saudita, Elon Musk está siendo demandado por supuestamente no pagar a los votantes de estados clave los 100 dólares que les prometió si firmaban una petición antes de las últimas elecciones de 2024. La proclividad del multimillonario tecnológico a los regalos en efectivo antes de las elecciones generó preocupación entre políticos y expertos legales, quienes creían que las acciones de Musk traspasaban los límites legales. Se espera que esta exitosa visita a Arabia Saudita ayude a Musk a cumplir sus promesas y pagar esta factura.