Contando la historia de la aviación

Julio y agosto me recuerdan las muchas cosas maravillosas que la aviación hace posibles. Somos una fuerza para el bien en el mundo, impulsando el progreso, el crecimiento y la riqueza, tanto material como del espíritu humano.

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Julio y agosto me recuerdan las muchas cosas maravillosas que la aviación hace posibles. Somos una fuerza para el bien en el mundo, impulsando el progreso, el crecimiento y la riqueza, tanto material como del espíritu humano.

Mientras gran parte del hemisferio norte se va de vacaciones, las aerolíneas facilitan reuniones familiares, viajes de descubrimiento y renovación de amistades separadas por la distancia. Por supuesto, al mismo tiempo, el negocio del planeta continúa, impulsado también por la conectividad de la aviación.

La movilidad global ya se da por sentada como parte del tejido de la vida moderna. Y nuestra industria joven y en crecimiento apenas ha comenzado a aprovechar su potencial. Pero después de haber trabajado en la industria durante más de tres décadas, sé de primera mano que las aerolíneas enfrentan muchos desafíos.

La seguridad siempre está en la parte superior de la lista. Y luego está la lucha constante por mantener los ingresos por encima de los costos. No es ningún secreto que la industria aérea es financieramente frágil y este año el pronóstico no es alentador. De 600 mil millones de dólares de ingresos, esperamos una ganancia de 4 mil millones de dólares. Necesitamos hacerlo mejor que un margen del 0.7%.

Mi misión en IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) es hacer del mundo un lugar mejor para que las aerolíneas hagan negocios. Al centrar la atención en los sorprendentes logros de la aviación y su potencial aún más asombroso, podemos inspirar a gobiernos, proveedores, empleados, pasajeros, agentes, transportistas (toda la cadena de valor) a ser socios más fuertes que juntos brinden valor, promuevan la prosperidad y compartan el éxito.

La cooperación en materia de cambio climático es un buen ejemplo de lo que se puede lograr.

La aviación contribuye con el 2% de las emisiones de carbono provocadas por el hombre.

Toda la cadena de valor (aerolíneas, aeropuertos, proveedores de servicios de navegación aérea y fabricantes) está comprometida a reducir las emisiones de la aviación a la mitad para 2050. Ninguna otra industria global ha asumido tal compromiso.

Nuestro compromiso no son sólo palabras. Estamos entregando resultados mensurables. Durante la última década, la eficiencia del combustible mejoró un 24% con rutas y aviones cada vez más eficientes. Ahora podríamos estar en el comienzo de una revolución revolucionaria que podría reducir nuestra huella de carbono hasta en un 80% con la reciente certificación de biocombustibles sostenibles para uso comercial.

Estos esfuerzos positivos de la industria sólo podrán llevarse a término con el apoyo de los gobiernos. Tienen la clave para crear los marcos fiscales y legales necesarios para hacer de los biocombustibles sostenibles una realidad comercial a precios competitivos.

La aviación debe involucrar a los gobiernos de manera mucho más convincente, no sólo en el cambio climático sino en una serie de otras cuestiones. Luchar contra los impuestos excesivos y la mala regulación, romper los cuellos de botella con mejoras de infraestructura, proteger la industria sin molestar a nuestros pasajeros y garantizar la igualdad de condiciones y las libertades comerciales que las aerolíneas necesitan para hacer negocios, por nombrar sólo algunas.

Me apasiona la aviación y estoy orgulloso de contar su buena historia como medio para movilizar a la industria y a los gobiernos hacia un cambio positivo. Al comenzar mi mandato como director general y director ejecutivo de la IATA, les agradezco por apoyarme en esta causa.

Tony Tyler es el actual director ejecutivo y director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo. El artículo anterior es una reimpresión de Airlines International, agosto-septiembre de 2011.

QUÉ QUITAR DE ESTE ARTÍCULO:

  • I am passionate about aviation and proud to tell its good story as a means of rallying the industry and governments to positive change.
  • Now we could be at the start of a game-changing revolution that could cut our carbon footprint by up to 80% with the recent certification of sustainable biofuels for commercial use.
  • Fighting excessive taxation and mis-regulation, breaking bottlenecks with infrastructure improvements, securing the industry without hassling our passengers, and ensuring the level playing field and commercial freedoms that airlines need to do business, to name just a few.

Acerca del autor.

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linda hohnholz

redactor jefe para eTurboNews con sede en la sede de eTN.

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