Con vuelos a más países que cualquier otra aerolínea, Turkish Airlines introdujo un elemento de diseño especial adornado con hojas en su Airbus Aeronave 321 tipo TC-JSU con numeración de cola, que fue utilizada para su operación de combustible ambientalista.
La aerolínea global operó su primer vuelo con el nuevo avión temático, el vuelo TK1795, a Estocolmo. En línea con los esfuerzos para conducir hacia el uso generalizado de combustibles ecológicos, el vuelo utilizó biocombustibles durante su operación y también se realizó con el principio de cero residuos.
Además de brindar información sobre las acciones de sostenibilidad con el concepto Green Class de este primer vuelo, la aerolínea de bandera también tomó nuevas acciones de conciencia ambiental. Mientras que en el vuelo se usaron pañuelos de papel, vasos de papel, saleros y pimenteros de madera, a todos los pasajeros se les sirvió té verde saludable de cortesía. Otras medidas especiales incluyeron fundas de almohadas y mantas respetuosas con el medio ambiente, que se produjeron con hilos certificados 100 % reciclados para ahorrar agua y juguetes de madera con certificación FSC que se regalaron a los niños pasajeros.
En el avión ecológico, Turkish Airlines El presidente de la Junta y del Comité Ejecutivo, Prof. Dr. Ahmet Bolat, declaró: “Como la aerolínea de bandera nacional de Turkiye, nuestro avión de nuevo diseño está ahora en los cielos para subrayar la importancia de la sostenibilidad para nosotros. Con la expresión biocombustible en nuestro avión, deseamos enfatizar la importancia de usar combustible de aviación sostenible, ya que es uno de los mayores obstáculos en la lucha de la industria de la aviación contra las emisiones de carbono. Por lo tanto, estamos apoyando los esfuerzos de fabricación de biocombustibles y nuestro objetivo es aumentar nuestros vuelos que utilizan biocombustibles durante sus operaciones”.
La aerolínea global continuará sus esfuerzos para reducir sus emisiones de carbono con aviones de nueva generación agregados a su flota ya joven de 8.5 años de edad promedio, mientras planea agregar nuevas ciudades que se sirven con operaciones que utilizan biocombustibles, incluidas Estocolmo, Oslo, Gotemburgo, Copenhague, París y Londres.