Con el aumento de la esperanza de vida promedio en muchas partes del mundo, ciertas enfermedades relacionadas con la edad se han vuelto más comunes. La enfermedad de Alzheimer (AD), desafortunadamente, es una de ellas, siendo extremadamente frecuente en las sociedades que envejecen en Japón, Corea y varios países europeos. Actualmente no existe una cura o una estrategia eficaz para frenar la progresión de la EA. Como resultado, causa mucho sufrimiento a los pacientes, familias y cuidadores, así como una enorme carga económica.
Afortunadamente, un estudio reciente realizado por un equipo de científicos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Gwangju (GIST, por sus siglas en inglés) en Corea acaba de demostrar que podría haber una manera de combatir la EA mediante el uso de "arrastre de rayos gamma basado en ultrasonido", una técnica que implica sincronizar elevar las ondas cerebrales de una persona (o de un animal) por encima de los 30 Hz (llamadas “ondas gamma”) con una oscilación externa de una frecuencia dada. El proceso ocurre naturalmente al exponer a un sujeto a un estímulo repetitivo, como el sonido, la luz o las vibraciones mecánicas.
Estudios previos en ratones han demostrado que el arrastre gamma podría combatir la formación de placas de β-amiloide y acumulaciones de proteína tau, un sello estándar del inicio de la EA. En este artículo reciente, que se publicó en Translational Neurodegeneration, el equipo de GIST demostró que es posible realizar el arrastre gamma aplicando pulsos de ultrasonido a 40 Hz, es decir, en la banda de frecuencia gamma, en el cerebro de ratones modelo AD.
Uno de los principales beneficios de este enfoque radica en la forma en que se administra. El profesor asociado Jae Gwan Kim, que dirigió el estudio junto con el profesor asistente Tae Kim, explica: “En comparación con otros métodos de arrastre gamma que se basan en sonidos o luces parpadeantes, el ultrasonido puede llegar al cerebro de forma no invasiva sin perturbar nuestro sistema sensorial. Esto hace que los enfoques basados en ultrasonido sean más cómodos para los pacientes”.
Como mostraron sus experimentos, los ratones expuestos a pulsos de ultrasonido durante dos horas diarias durante dos semanas redujeron la concentración de placa de β-amiloide y los niveles de proteína tau en su cerebro. Además, los análisis electroencefalográficos de estos ratones también revelaron mejoras funcionales, lo que sugiere que la conectividad cerebral también se beneficia de este tratamiento. Además, el procedimiento no provocó ningún tipo de microsangrado (hemorragias cerebrales), lo que indica que no fue mecánicamente dañino para el tejido cerebral.
En general, los prometedores resultados de este estudio podrían allanar el camino hacia estrategias terapéuticas innovadoras y no invasivas para la EA sin efectos secundarios, así como ayudar a tratar otras afecciones además de la EA. El Dr. Tae Kim comentó: "Si bien nuestro enfoque puede mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes al desacelerar la progresión de la EA, también podría ofrecer una nueva solución para otras enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson".
Esperemos que los estudios futuros consoliden el arrastre gamma basado en ultrasonido como una opción de tratamiento eficaz y brinden un alivio muy necesario a los pacientes con EA y sus familias.