- Dado que anular los países de la lista ámbar es más un consejo y no un requisito legal, los agentes de viajes y las empresas tienen el derecho de rechazar reembolsos, créditos y cambios de viaje.
- Las expectativas de que los viajes fueran cambiantes se están convirtiendo en una pesadilla.
- Las “opciones” son perder el dinero que pagó para viajar, así como la inversión de tiempo compartido o viajar de todos modos y perder ganancias por el tiempo de trabajo pasado en cuarentena obligatoria.
Estar en la lista ámbar significa que el consejo oficial es no viajar a esos destinos. Debido a esto, muchos agentes de viajes se niegan a reembolsar o acreditar a los propietarios de tiempo compartido que hicieron planes para viajar, pero ahora tienen que lidiar con las condiciones y la posible pérdida de ingresos financieros y gastos de viaje prepagados.
Para turistas como Sandra Norman, que no está dispuesta a volar a países de la lista ámbar, este es un gran dilema. Sandra explicó en una entrevista con la BBC que reservó un importante viaje familiar a Grecia hace un año con la expectativa de que si no se permitía viajar, podría mudarse o cancelar las vacaciones. Intentó trasladar la reserva a 2022, pero dice que el agente de viajes se negó. Los normandos pueden arriesgarse a ir a un país de la lista ámbar o perder las 5000 libras esterlinas que pagaron.
Evitar los países de la lista ámbar no es un requisito legal, lo que significa que las empresas tienen derecho a rechazar reembolsos o cambios de fecha.
El obstáculo de la cuarentena
Incluso si los normandos desafían el destino ámbar, el otro factor que hace que unas vacaciones en el campo sean imposibles para la familia de Sandra es que una cuarentena de 10 días es obligatoria a la vuelta, así como costosas pruebas de PCR.