El 7 de enero, el gobierno japonés introducirá un impuesto turístico internacional. El impuesto de ¥ 1,000 (alrededor de $ 10) se cobrará a cada viajero cuando salgan de Japón. Los viajeros japoneses también deberán pagar.
El proyecto de presupuesto para el año fiscal 2019 estimó que este impuesto generará ingresos de 50 mil millones de yenes. Estos fondos se utilizarán para mejorar la conveniencia de los servicios relacionados con el turismo en Japón, como acelerar los procedimientos aeroportuarios y hacer que la información sobre el transporte público esté disponible en varios idiomas. También se utilizará para iniciativas que potencien el valor añadido de los bienes culturales y los parques nacionales.
Los visitantes japoneses son bienvenidos en todo el mundo y, durante los últimos años, esta se está convirtiendo en una calle de dos vías con visitantes extranjeros que exploran Japón. Los requisitos de visa relajados agregaron turistas a llegar a Japón, duplicando el objetivo de llegada.
En consecuencia, los hoteles y otros alojamientos en Japón están constantemente llenos, especialmente en las principales ciudades y zonas turísticas populares.
No se puede ignorar el fenómeno de la “contaminación turística”, en el que el rápido crecimiento del número de turistas daña el medio ambiente y perturba la vida cotidiana de los residentes.
En lugares como Kioto y Kamakura, en la prefectura de Kanagawa, los autobuses abarrotados y la congestión del tráfico están creando problemas en la vida cotidiana de los residentes locales. Las diferencias en la etiqueta y los hábitos de estilo de vida están causando fricciones en algunas áreas. Los turistas japoneses también pueden visitar con menos frecuencia que antes.
Esta contaminación turística proviene de los viajeros extranjeros que visitan áreas concentradas a lo largo de la llamada ruta dorada que une Tokio, Kioto y Osaka. Los expertos locales dicen que los recursos turísticos atractivos en las áreas provinciales deben ser revelados y publicitados ampliamente entre los viajeros extranjeros para alentarlos a visitar una gama más diversa de destinos.